lunes, 21 de marzo de 2011

Quique González en Avilés

Es mi segunda entrada y sí, voy a desmarcarme de los principios fundamentales de este blog: las cosas baratas en Madrid. Y es que este pasado fin de semana he estado en mi tierra con el motivo de ver a la familia y a los amigos sin perder la oportunidad de ver a Quique González por primera vez en Avilés en el segundo concierto de Desbandados, su nueva gira acústica a dúo con Jacob Reguilón (sí, el tío que ya nos deleitó con el contrabajo en la gira de Daiquiri blues, pero esta vez sólo en acústico).

El repertorio empieza bien con Reloj de plata, poca iluminación y silencio respetuoso del público, y es aquí donde llega mi primer -y más importante- pero a un concierto del que esperaba mucho por lo añorado de su formato y un planteamiento en cuanto a repertorio que prometía: tras acabar el primer tema pasan directamente a tocar Discos de antes. Suele suceder que en ese momento alguien se da cuenta de que ha cambiado la canción porque se las sabes todas y comienza a aplaudir: no pasó esta vez. Y lo mismo una hora después cuando canta eso de "Donde nos llevó la imaginación/ donde con los ojos cerrados/ se divisan infinitos campos". Os preguntaréis donde estaba yo, claro: pues atrás, poco perspicaz y poco atrevido -soy de esos chicos discretos por naturaleza que no inician aplausos-. Con esto no digo que el público en Avilés fuera poco agradecido, los aplausos eran ensordecedores tras cada canción, pero se terminaban demasiado pronto, demasiado bruscamente. La actitud general fue la de aquel que entra en casa de un nuevo amigo, o de quien conoce a alguien a quien admira mucho, y no sabe muy bien cuándo hablar pese a sus enormes ganas de agradar.

También es verdad que la gira está muy poco rodada, que en finales como el de La cajita de música echa de menos una guitarra eléctrica más que yo la cama de casa de mi madre y que, en teoría, son conciertos dirigidos a un público más especializado. Y aunque es cierto eché en falta temas como En el backstage, 39 grados, La vida te lleva por caminos raros o Cuando éramos reyes -esta última un poco complicada sin banda- hubo grandes momentos como En el disparadero, Peleando a la contra, la versión de La casa cuartel de Kiko Veneno u Hoy puede ser un gran día de Serrat. Poco Daiquiri blues -sólo tocaron Su día libre- y mucho Avería y redención -Trabajan en escenas de acción, Trucos fáciles para días duros... -, las anécdotas algo alargadas por la propensión del auditorio y los chistes de rigor. Dos bises para unas dos horas de concierto... Aún con una cierta sensación agridulce, puedo decir una vez más: Bravo, Quique González.

PD: una buena noticia: ya hay fecha en Madrid, 22 de junio. Muy recomendable, especialmente para los viejos fans... Estoy seguro que para entonces, Desbandados será la gira.

No hay comentarios:

Publicar un comentario